Muchas veces hablamos de las excentricidades de la gente famosa que tiene peticiones muy especiales por ejemplo antes de dar un concierto o a la hora de viajar con sus mascotas o situaciones parecidas. Hoy queremos fijarnos en algunos entierros de famosos dignos de ser mencionados por las peculiaridades que dejaron escritas a sus familiares o herederos. Empezamos con Mark Gruenwald, escritor y editor de las historias de cómic de Marvel. Antes de fallecer, puso en sus últimas voluntades que quería ser incinerado y sus cenizas debían ser mezcladas con tinta. Pero no valía cualquier tinta sino la misma que se utilizó para la impresión de la primera copia del famoso cómic ‘El Escuadrón Supremo’. Posteriormente, esa edición fue nuevamente impresa y puesta a la venta dentro de un recopilatorio especial.
Hay otros personajes famosos que han pedido ser enterrados como vivieron. Nos explicamos con un ejemplo muy claro. El cantante Frank Sinatra, conocido por su afición al alcohol y al tabaco, pidió en su testamento que le enterraran con una botella de whisky, un paquete de cigarrillos y un encendedor. Además, recalcó que también quería una moneda de diez céntimos de dólar por si tenía que realizar llamadas de emergencia. Está claro que Frank Sinatra quiso tener ironía y sentido del humor hasta el final. También quiso que su entierro fuera parecido a su vida Malcolm McLaren, el mítico creador y productor de la banda de Punk, Sex Pistols. En contraposición al típico minuto de silencio que se suele hacer en los funerales, McLaren pidió “Un minuto de caos”, y así fue: mientras la carroza fúnebre rodaba por las calles de Londres, sus miles de fans escucharon un minuto de un disco de la banda a volumen máximo, como último homenaje al que es considerado uno de los mayores padrinos del punk.
Por último tenemos la excentricidad de Arch West, fundado de las tortitas de maíz Doritos. Cuando falleció, a los 97 años, pidió que le hicieran una caja de oro con estas tortitas de maíz dentro y la pusieran dentro de su ataúd. Además, los asistentes al entierro esparcieron trozos de ‘Doritos’ en el suelo y entre la tierra donde iba a ser enterrado.
