Shelly Golay, de Wyoming (EEUU) iba a vivir el San Valentín más triste de su vida: era el primero que pasaba sin su marido, fallecido en junio del año pasado de un tumor cerebral. Pero la tristeza se tornó en sorpresa cuando recibió un ramo de flores. Al ver quién se lo había enviado, su corazón volvió a llorar, de pena pero también de agradecimiento y amor infinito: su marido, Jim, le enviaba unas flores para que lo recordara en ese día tan especial.
‘Feliz día de San Valentín, cariño. ¡Mantente fuerte! Tuyo para siempre. Te ama, Jim’. Estas son las palabras que acompañaban al ramo de flores. En un primer momento, Shelly creyó que el regalo era cosa de sus hijos, pero luego supo que una de las últimas voluntades de su esposo fue encargar en una floristería un ramo de flores todos los días de San Valentín hasta que su esposa falleciera, según ha publicado el Daily Mail.
“Es un hombre increíble, sólo él puede amar más allá de las fronteras. No hay límites, incluso después de la muerte. Es simplemente increíble”, señaló Shelly después de recibir el regalo de su marido. Antes de saber su origen, decidió llamar a la floristería para averiguar quién le había hecho el envío. En ese momento, explotó la emoción en la tienda. “Todos empezamos a llorar. Fue realmente conmovedor escuchar la historia y saber que lo había hecho por ella. Parece algo que sólo ocurre en las películas”, recordó Jessie Row, propietaria de la floristería donde Jim había hecho su encargo.
Shelly compartió la foto de las flores en las redes sociales acompañado de la nota que escribió Jim: “Feliz día de San Valentín dulce. ¡Mantente fuerte! Tuyo para siempre. Te ama, Jim”.
