En estas líneas quiero ser capaz de transmitirte mi legado, todo mi pensamiento positivo y mis experiencias para que tu vida sea más sencilla, más fácil y cometas menos errores que los que he cometido yo. Esos consejos deben llegarte muy al fondo, deben calar en tu corazón de una manera tan imborrable que espero que te sirvan para cuando yo ya no esté, cuando yo ya me haya ido pero tu sientas que siempre podrás aprender con mis enseñanzas y experiencias.
Lo primero que debes aprender, y que a mí me costó muchos disgustos y problemas hasta que me di cuenta, es que debes ser tu mism@, no trates de fingir ni ser quien no eres porque eso, más pronto que tarde, te costará caro. Así que compórtate de manera natural y auténtica. Otro consejo que quiero darte para cuando yo no esté es que trates de ser positiv@ en tu vida. El pensamiento positivo es muy importante porque si tu actitud es buena, las cosas son más fáciles para ti y para los que te rodean. Así que no te desanimes por las piedras que puedes encontrar en el camino, no desfallezcas y siempre con una sonrisa en los labios, hay que ser alegre, déjate las condolencias para cuando sea verdaderamente una desgracia, un verdadero problema y aprende a relativizarlo todo. Estas últimas palabras enlazan con mi siguiente lectura de la vida que tardé en aprender pero ahora, que ya no estoy, quiero que pienses en mi y me recuerdes así. Debes ser una persona con buena predisposición, que mires atrás y pienses que mi legado es el de ser una persona atenta, dispuesta siempre a dar más que a recibir y con un pensamiento positivo, alegre, sincero y auténtico. Así es como espero que me recuerdes y así es como espero que hayan sido mis últimas voluntades hacia ti.
